TOMOKO UMEMOTO
contemporary jewelry / sculpture
Efulvious de la primavera
Esculturas portátiles
Esculturas portátiles
La escultura transforma el espacio en que se inserta _lo realza o lo complementa, lo individualiza y proyecta en él el carácter de sus habitantes_, y, a la vez, su limitación radica en esa misma relación con el espacio, relación que es permanente e inamovible. Reubicar la escultura no es sencillo, sus características de tamaño y peso y las condiciones para su exhibición la vinculan permanentemente a un lugar, del que sólo muy de vez en cuando se separa.
La escultura portátil de Tomoko Umemoto, en formato de joya y/o pequeña escultura, aspira a superar esos límites espaciales y reasentarse e intervenir continuamente en cualquier espacio que ocupe el portador. La concepción escultórica de la joyería de Umemoto persigue y obtiene un doble resultado. Por un lado, las formas armonizan con el cuerpo humano, con el cual se funden como una equilibrada prolongación y al cual convierten en parte integral de la escultura portátil. Por otro, su notable visibilidad incide en el ambiente y actúa como contrapunto del entorno.
La inspiración y leit-motiv de la autora se encuentran en las formas orgánicas que, en buena parte, constituyen también el medio para alcanzar el doble efecto al que acabamos de referirnos: armonía con el cuerpo, contrapunto a la geometricidad de los espacios humanos. Formas orgánicas indefinidas que recuerdan, sin reproducirlas, formas vegetales y animales: ni hojas, ni hongos, ni plumas, ni conchas, sino todo ello a la vez y de manera inconcreta, aunque posible. Frente a la armonía de la línea recta de tiralíneas o la línea curva de compás, la autora contrapone la armonía natural de la geometría imperfecta, única e individual en cada objeto.
La organicidad está también presente en el tratamiento de la textura y brillo de la escultura portátil. Esmalte japonés, repujado, oxidado… adornan, atenúan y equilibran el brillo ramplón del metal precioso pulido para recuperar el aspecto cálido de lo natural.
Si algunas intervenciones escultóricas sobre la naturaleza introducen en ésta el artificio de las formas humanas, Umemoto reintroduce en el entorno humano la in-aritmética de las formas naturales. Un gesto que algunos tal vez considerarán plenamente modernista.
La escultura transforma el espacio en que se inserta _lo realza o lo complementa, lo individualiza y proyecta en él el carácter de sus habitantes_, y, a la vez, su limitación radica en esa misma relación con el espacio, relación que es permanente e inamovible. Reubicar la escultura no es sencillo, sus características de tamaño y peso y las condiciones para su exhibición la vinculan permanentemente a un lugar, del que sólo muy de vez en cuando se separa.
La escultura portátil de Tomoko Umemoto, en formato de joya y/o pequeña escultura, aspira a superar esos límites espaciales y reasentarse e intervenir continuamente en cualquier espacio que ocupe el portador. La concepción escultórica de la joyería de Umemoto persigue y obtiene un doble resultado. Por un lado, las formas armonizan con el cuerpo humano, con el cual se funden como una equilibrada prolongación y al cual convierten en parte integral de la escultura portátil. Por otro, su notable visibilidad incide en el ambiente y actúa como contrapunto del entorno.
La inspiración y leit-motiv de la autora se encuentran en las formas orgánicas que, en buena parte, constituyen también el medio para alcanzar el doble efecto al que acabamos de referirnos: armonía con el cuerpo, contrapunto a la geometricidad de los espacios humanos. Formas orgánicas indefinidas que recuerdan, sin reproducirlas, formas vegetales y animales: ni hojas, ni hongos, ni plumas, ni conchas, sino todo ello a la vez y de manera inconcreta, aunque posible. Frente a la armonía de la línea recta de tiralíneas o la línea curva de compás, la autora contrapone la armonía natural de la geometría imperfecta, única e individual en cada objeto.
La organicidad está también presente en el tratamiento de la textura y brillo de la escultura portátil. Esmalte japonés, repujado, oxidado… adornan, atenúan y equilibran el brillo ramplón del metal precioso pulido para recuperar el aspecto cálido de lo natural.
Si algunas intervenciones escultóricas sobre la naturaleza introducen en ésta el artificio de las formas humanas, Umemoto reintroduce en el entorno humano la in-aritmética de las formas naturales. Un gesto que algunos tal vez considerarán plenamente modernista.